domingo, 24 de abril de 2011

Quiero ser como Beckham


Jesminder es una chica de 18 años que vive con su familia hindú en Londres. Sus padres quieren que sea educada para ser la perfecta esposa india, pero ella no tiene tiempo para pensar en estas cosas porque lo que le gusta es jugar al fútbol. Un día, mientras está jugando en el parque, Jules se fija en ella y le invita a unirse al equipo femenino local, entrenado por Joe. A Jesminder le surgen de la noche a la mañana una serie de oportunidades y problemas que tambalearán su pequeño mundo. Tiene ante sus ojos la oportunidad de llevar a su equipo a las finales y disfrutar con lo que realmente le gusta y se le da bien, pero entrará en conflicto con su familia y su comunidad y utilizará varias estrategias para poder hacer realidad sus deseos.


 La película nos muestra con claridad el conflicto entre las expectativas que la familia y la comunidad tiene depostidas en Jesminder y sus deseos de jugar al fútbol, que para nada encajan con el modelo tradicional de feminidad, de lo que se considera ser una "buena mujer hindú".




Prácticamente todos los personajes de la película reflejan y encajan con los respectivos modelos tradicionales de la feminidad y la masculinidad, excepto básicamente las jugadoras del equipo de fútbol. Desde las jóvenes que parece que sólo piensan en tener sexo y se visten y maquillan preocupadas por estar guapas y gustar a los chicos; a las madres y otras mujeres adultas que aparecen únicamente cumpliendo sus roles de cuidadoras y de veladoras para que las costumbres se cumplan; a los chicos que apenas saben jugar a fútbol sin pelearse y alardear y cuyos comentarios sobre las chicas son de lo más simple. 



Ha sido el gran éxito de 2002 en Reino Unido.






jueves, 14 de abril de 2011

El bola


Pablo, "El Bola", es un chico de 12 años que sufre maltrato. Su padre le pega y le humilla continuamente. El chaval esconde su situación familiar avergonzado, lo cual le impide relacionarse adecuadamente con otros chicos. El Bola desearía quitarse a su padre de encima, pero no consigue el valor necesario hasta que se hace amigo de El Nuevo, un chaval que llega a su colegio. Su amigo y su familia le apoyarán en todo lo necesario y le darán toda la fuerza posible para que El Bola salga de su difícil situación personal.
En su momento esta película causó un gran impacto al tratar de una manera tan realista y con unas imágenes tan impactantes el tema del maltrato infantil.

Esta película da pie a que se puedan tratar temas muy variados y de especial importancia en la educación, tanto de pequeños como de mayores. Alguno de los aspectos que se tratan en la película son los siguientes: La importancia de la comunicación entre padres e hijos, así como de la educación y de los valores. También muestra una crítica a la sociedad y a la invisibilidad que se crea en torno a situaciones conflictivas como estas. Aún así, sin duda el tema principal de la película, es la violencia en todas sus posibles variantes.
Esta película es una manera de enseñar la necesidad de afrontar una situación y un problema, que con ayuda puede solucionarse o hacerle frente de mejor manera.


domingo, 10 de abril de 2011

Eduardo Manostijeras

Eduardo Manostijeras es una película estadounidense dirigida por Tim Burton, quien a través de la historia del extraño muchacho (Johnny Deep) que aparece en una comunidad convecinal nos plantea temas como la “normalidad”, el miedo a la diferencia, la hipocresía social y el recurso de la violencia.


La película se inicia con una conversación coloquial entre una anciana y su nieta, la cual contempla desde la ventana cómo cae la niev
e y, curiosa, le pregunta a su abuela la razón de por que nieva. Así pues, la mujer comienza su relato... Su historia se inicia cuando, aproximamente hacia los años 70, una vendedora de maquillaje llamada Peg, entra a una mansión con el fin de vender sus productos de belleza. Al adentrarse en el lugar se encuentra con Eduardo, un joven que fue creado a partir de un robot y no fue terminado tras la muerte de su creador, quedando con tijeras en vez de manos. Conmovida por su bondad e inocencia decide llevárselo a su casa.

A partir de aquí, comenzará el relato de la vida en sociedad de Eduardo, un chico diferente a todos los demás, que no consigue adaptarse pese a sus intentos por demostrar a la vecindad que, pese a ser distinto, puede ser feliz junto a ellos.



Se trata de un cuento que retoma mitos clásicos como Frankenstein, ser viviente creado por el hombre, que lucha por hacerse un espacio en la sociedad. El entorno social es descrito de forma crítica y a veces ridiculizando a los personajes, los cuales sienten fascinación y a la vez miedo hacia un ser diferente, que no comparte sus actitudes ni valores. Paralelamente tiene lugar una bonita historia de amor más fuerte que cualquier convención o atadura y sin ningún tipo de condicionante cultural, económico, etc.

Edward sería visto como uno de los personajes de ficción con Asperguer. El mismo Tim Burton ha sido diagnosticado con este síndrome y no es de extrañarse que uno de sus personajes más conocidos, haya tenido los rasgos de un sujeto con síndrome de Asperger. Muchos sentimientos fueron desplazados en Edward como forma de entender que el síndrome no es una enfermedad, sino mas bien un don. Un don donde la persona siente que este no es su mundo y su perspectiva del mundo, radical.


miércoles, 30 de marzo de 2011

La Lengua de las Mariposas



Comienzos de 1936. En un pequeño pueblo gallego, Moncho, un niño de ocho años, se va a incorporar a la escuela. Tiene miedo. Ha oído decir que los maestros pegan. Don Gregorio en persona, el maestro que no pega, tendrá que ir a buscarlo a su casa. Don Gregorio inculca a sus alumnos conocimientos tan medulares como poco académicos: el origen americano de las patatas o que las lenguas de las mariposas tienen forma de espiral. Con la llegada de la primavera, Don Gregorio saca las clases al campo. El 18 de julio todo se romperá y los valores y principios inculcados quedarán relegados.




 Don Gregorio no pega a los niños, los trata de usted y les enseña cosas, la mayoría curiosidades sobre la vida, los animales (por ejemplo, las habilidades del tilonorrinco). Don Gregorio hará que los niños se interesen por cosas como la lengua de las mariposas, una trompa finísima como la de un elefante enrollada como el muelle de un reloj, que sólo podrán observar cuando el Ministerio les mande un microscopio. Pero en medio de esas enseñanzas, también les deja ver a sus alumnos que la libertad y la individualidad son los valores que todo hombre debe perseguir. Al final, Moncho queda fascinado por Don Gregorio. Y, a su vez, el viejo maestro comienza a sentir una simpatía especial por el crío. Se hacen muy amigos y los sábados y los días festivos salen juntos de excursión para atrapar mariposas u otros bichos.




La película "La lengua de las mariposas" se basa no sólo en el cuento del mismo nombre sino también en otros dos relatos del mismo libro "Un saxo en la niebla" y "Carmiña". El guionista de la película, Rafael Azcona, hiló estos tres textos sintiéndose profundamente conmovido al leer el libro de Rivas.


Los temas del cuento y de la película coinciden: el miedo de los niños a la escuela, la enseñanza en los años treinta, el afán por la formación y por la libertad que transmite el maestro, la amistad entre el maestro y el niño y, al final, la traición. La película profundiza en los temas políticos y sociales a través de las figuras del cacique y del cura, y de la celebración del aniversario de la República.




lunes, 28 de marzo de 2011

La Ola


La historia que se plantea en La Ola se desarrolla en un instituto alemán durante la semana de proyectos. Durante esta semana tienen lugar una serie de talleres que tratan diversos temas, entre los que se encuentran la autocracia o la anarquía.


El profesor Rainer Wenger es el encargado de impartir el curso de autarquía. Intentando buscar alguna forma innovadora y didáctica a la vez, se le ocurre plantear un experimento para poder demostrar a sus alumnos (convencidos de que no podría volver a repetirse una dictadura en Alemania), como puede moldearse las decisiones de las personas, sus creencias y convencimientos con unas pautas concretas.

La película, inspirada por un experimento parecido llevado a cabo en California, muestra la vulnerabilidad de las personas y de la mente humana. El discurso de “La Ola” era muy simple e insustancial para llegar a esos extremos: el grupo frente al individuo, los anarquistas como enemigos, el simbolismo común...



La película nos presenta de manera clara y concisa cómo son los métodos utilizados por los dictadores para implantar sus autocracias totalitaristas. Parten de una aparente democracia donde ellos mismos son erigidos como líderes y a partir de ahí muestran y desarrollan sus verdaderas intenciones con estrategias aparentemente beneficiosas para todos y sin repercusiones negativas.





miércoles, 23 de marzo de 2011

El club de los emperadores

William Hundert, un profesor, ya maduro, ha sido convocado en un lujoso hotel para una reunión de antiguos alumnos suyos. Los recuerdos se agolpan en su memoria. Aquel curso del 72, en la prestigiosa escuela de St. Benedict. Un año más, logra apasionar a sus alumnos con la enseñanza de la historia de Roma. Sabe usar recursos pedagógicos para alimentar la curiosidad natural de los adolescentes: como el de hacer leer la inscripción que preside el fondo de la clase, que narra los hechos guerreros de un rey del que, en la actualidad, nadie recuerda siquiera el nombre. Puede empeñarse uno en ganar el mundo entero, pero para que las realizaciones perduren, hay que hacer algo más, salir del cascarón del propio egoísmo.

Hundert lo tiene claro: no sólo enseña una asignatura; ante él hay personas, jóvenes, con toda una vida por delante, que en el futuro ocuparán posiciones importantes en la sociedad. Y tiene que moldear su carácter, ayudarles a forjar su personalidad. Pero ese curso se va a encontrar con un alumno problemático, que llega con el curso ya empezado. Se trata de Sedgewick Bell, el hijo de un senador. Un chaval muy listo, pero que va a lo suyo, y sometido a una enorme presión por parte de su padre, quien no se ocupa mucho de él, pero que sí desea su triunfo social.


En la era de internet y los videojuegos, ¿es posible despertaren un chaval el interés por la historia de la antigua Roma? He ahí el dilema. Y la respuesta es, en realidad, sencilla. Dando por supuesto el conocimiento del profesor de esa materia, hay que decir que depende de la pasión que ponga a la hora de dar sus clases. César, Bruto, Claudio, Vespasiano. No son nombres de personajes muertos, que duermen para siempre en los libros de historia. Con sus realizaciones, y sus intentos de cambiar el destino de Roma, hablan también al hombre del siglo XXI. Los dilemas y oscuridades de entonces, no son tan diferentes a los de ahora. Esta película trata de recordarnos que quien desconoce su pasado, está condenado a repetir los errores del pasado.

 


El Hombre sin Rostro


La acción se desarrolla en un pequeño pueblo costero del Estado de Maine, durante el verano de 1968. Allí se harán amigos Chuck (Nick Stahl), un chico de 12 años con problemas psicológicos, familiares y académicos, y McLeod (Mel Gibson), un ex profesor que vive alejado del mundo tras sufrir un trágico accidente de coche que le deformó el rostro y le marcó profundamente. La posibilidad de volver a ejercer como maestro, dando clases particulares a Chuck, devolverá a McLeod las ganas de vivir y de abrirse a los demás, a pesar de la terrible incomprensión de algunos, que le tienen por un degenerado. Por su parte, Chuck madurará y tomará confianza en sí mismo, superando así el trauma que le suponen las crueles bromas de sus hermanas y la irregular situación matrimonial de su madre.



En cuanto al tratamiento de fondo, Mel Gibson se atreve a ser más duro que su maestro y evita decididamente los posibles excesos sensibleros de la historia. A veces, su tono realista resulta un poco crudo, pero en ningún momento recurre Gibson a lo vulgar o a lo superficial. De este modo, resultan acertadas y sugestivas sus reflexiones sobre el drama de la descomposición familiar, sobre el inmenso valor de la amistad -alejada de cualquier deformación del amor-, sobre las incoherencias del liberacionismo radical de los años sesenta y sobre la necesidad de una educación integral de la persona, que abarque también sus coordenadas morales, religiosas y culturales. En este punto, las firmes convicciones católicas de Mel Gibson aparecen de un modo subliminal, a la manera de John Ford. Es un acierto más de esta sorprendente opera prima, en la que Mel Gibson ha conseguido verdadero Cine, con mayúscula.